viernes, 25 de mayo de 2007

INFORME GLOBAL 2007 SOBRE CORRUPCIÓN JUDICIAL EN EL MUNDO




Elaborado por TRANSPARENCIA INTERNACIONAL


El día 24 de Mayo ha tenido lugar la presentación del Informe Global sobre la Corrupción 2007 (elaborado por Transparencia Internacional), que recoge una visión sobre la corrupción en el contexto internacional, tanto a nivel general como a nivel individual en un conjunto significativo de países, y con una referencia especial, en la edición de este año, a la corrupción en los sistemas judiciales. Además, se ha analizado con especial detalle, el Informe específico sobre la corrupción en España.

El Acto ha contado con la presencia de D.Jesús Lizcano, Presidente de Transparencia Internacional-España, D.Antonio Garrigues Walker, Presidente de la Fundación Ortega y Gasset, D.Jesús Sánchez Lambás Secretario General de la F.O.G., y D.Manuel Villoria, Catedrático de Ciencia Política, todos ellos miembros del Consejo de Dirección de Transparencia Internacional, y ha tenido lugar en la sede de la Fundación Ortega y Gasset.

viernes, 18 de mayo de 2007

MILTON SANTOS--UN HOMBRE NECESARIO


Por Miguel Panadero Moya--Universidad de Castilla-La Mancha


La desaparición de Milton Santos en 2001, deja un importante vacío en la cultura del naciente siglo XXI, privada de uno de sus más genuinos valores. Geógrafo lúcido y brillante, sus opiniones se caracterizaban por la firmeza y la profundidad de su juicio, cualidades que se distinguen también en sus numerosos escritos. Las propuestas de Milton Santos constituyen una fuente inagotable de estimulantes ideas que a nadie dejan en la pasividad.




Nació en Brotas de Macaúbas, en la brasileña Chapada Diamantina, en el Estado de Bahía, en 1926. En Salvador cursó sus primeros estudios así como los universitarios; siguió éstos en la Facultad de Derecho de la Universidad Federal de Bahía, dándoles término en 1948. Sin embargo, no se desarrollaría en el campo del derecho la vocación de Milton Santos, sino en el de la enseñanza. En 1954 ingresó como profesor de la Facultad Católica de Filosofía de Salvador de Bahía. Allí tendría ocasión de convivir con maestros franceses de geografía, manteniendo un encuentro seminal del que nació su determinación de dedicar su atención a esa ciencia.




Desde ese momento la vida de Milton Santos se ha descrito como una secuencia de triunfos y contratiempos, de honras y sinsabores. Doctor en Geografía por la Universidad de Estrasburgo, Francia (1958); Profesor (1960) y catedrático (1961) de Geografía en la Universidad Federal de Bahía; Presidente de la Comisión de Planeamiento Económico de ese Estado, en 1962. Lector ávido, observador infatigable, viajero forzoso, exiliado en Francia, en 1964, durante esta década y la de los setenta acumuló conocimientos y experiencias en Europa y África, y en las Américas latina y sajona. Maître des Conférences Associé de Géographie en la Universidad de Burdeos, Francia (1967); Profesor de Geografía de la Universidad de Paris, Sorbonne (1968); Research Fellow del Massachussetts Institute of Tecnology, EE.UU. (1971); Full Visiting Professor, en la Universidad de Toronto, Canadá (1972); Profesor de la Universidad Nacional de Ingenieros, en Lima (1973); Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales en la Universidad Central de Venezuela (1974); Profesor de la Universidad de Dar es Salam, Tanzania (1974); Profesor Invitado de la Universidad de Campinhas, Sâo Paulo (1975); Profesor de Geografía y Planificación Urbana en la Columbia University, de New York (1976)... A finales de los años setenta regresó a Brasil, integrándose en la actividad académica con plenitud. Primero como Profesor invitado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Sâo Paulo (1978); después, como Profesor titular visitante de la Universidad Federal de Río de Janeiro (1979); y finalmente como Catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Sâo Paulo, institución en la que desarrollaría una fecunda labor académica hasta el final de sus días.
Extensa producción bibliográfica: originalidad, rigor y viveza.





Su pensamiento sobre la disciplina y sobre los problemas sociales de la segunda mitad del siglo XX están recogidos en una extensa producción bibliográfica que sobresale por su originalidad, rigor y viveza. Milton Santos escribió más de cuarenta libros, varios de ellos con aportaciones teóricas en el campo de la Geografía Humana y del Urbanismo de gran relevancia. Su bibliografía incluye además varias decenas de ensayos y otras tantas colaboraciones en libros colectivos y en la prensa diaria, así como dos centenares de artículos en revistas especializadas. Su herencia intelectual está compendiada en uno de sus últimos libros, "A natureza do espaço. Técnica e tempo. Razâo e emoçâo", de la editora brasileña Hucitec, de 1996, traducido ya al castellano y publicado recientemente por Ariel.




El reconocimiento internacional de su magisterio le hizo acreedor de distinciones académicas en Europa y Latinoamérica, honrado con la investidura de Doctor Honoris Causa por las universidades de Toulouse, en Francia; Complutense de Madrid y de Barcelona, en España; Federal de Bahía; Federal de Sergipe; Federal de Río Grande do Sul, Estadual do Ceará, de Passo Fundo y Estadual del Sudoeste de Bahía, en Brasil; y de Buenos Aires, en Argentina. Por último, en 1994, recibió el Premio Vautrin Lud, la más preciada distinción científica internacional en el campo de su disciplina, la Geografía.






El libro jubilar "O mundo do cidadâo. Um cidadâo do mundo", con el que colegas de diversas partes del mundo, profesores, y alumnos de la Universidad de Sâo Paulo, festejaron su septuagenario, contiene también el testimonio de la presencia de Milton Santos en España desde mediados de los ochenta.
Por esas fechas Milton Santos acababa de retomar la docencia en la capital paulista. Sus propuestas de entonces no eran desconocidas por los geógrafos españoles. En la bibliografía universitaria de nuestro país era ya profusamente citado y manejado un libro pionero, editado por Oikos-Tau en Barcelona con el título de Geografía y economía urbanas en los países subdesarrollados (1973), sin duda uno de los más entrañables para su autor, así como su contribución sobre "La urbanización dependiente en Venezuela" incluida en el libro de M. Castells Imperialismo y urbanización en América Latina publicado en ese mismo año por Gustavo Gili. Otras obras suyas -L'espace partagé (1975), Por uma geografía nova (1978), Pobreza urbana (1978), El trabajo del geógrafo en el Tercer Mundo (1978), Espaço e sociedade (1979), Economía Espacial (1979), Pensando o espaço do homem (1982), Ensaios sobre a urbanizaçâo latinoamericana (1982)- habían tenido menos difusión. Conocedor de esta situación, Milton Santos no dudó en aceptar la primera de las invitaciones que le cursaríamos, a fin de participar en nuestros incipientes debates sobre los enfoques teóricos y metodológicos que se aplicaban, en esos momentos, al análisis del proceso de urbanización de América Latina.


Jornadas sobre urbanización y subdesarrollo en Iberoamérica





Con ese objeto convocamos unas "Jornadas sobre urbanización y subdesarrollo en Iberoamérica", que se celebrarían en el campus albacetense de la Universidad de Castilla-La Mancha, durante el duro febrero de 1986. En ellas participaron como ponentes John Cole y Milton Santos; y en los animados debates que siguieron a sus presentaciones, también varios colegas españoles que enseguida ganarían su amistad y aprecio.
No olvido mi primer encuentro, en el aeropuerto de Madrid, con nuestro invitado. Embutido en su elegante gabán azul marino, se protegía del duro contraste entre el tórrido verano paulista, que acababa de dejar, y nuestro gélido invierno. Tuvimos después un amistoso e inevitablemente corto paseo por las calles del Madrid de los Austria, antes de iniciar la venida a Albacete, destino final de este viaje.


El ciclo sirvió para que el Profesor Milton Santos dejara constancia de su lúcido raciocínio y de las preocupaciones científicas que guiaban su pensamiento en aquellos momentos. Habló de las características del Nuevo Orden Internacional, de la "mundialización" de los fenómenos sociales, de la interconexión creciente entre los hechos que se producen en lugares distantes del planeta. Entrada la segunda mitad de la década de los ochenta, advertía que estabamos asistiendo a un conjunto de cambios profundos, generalizados e inmediatos, extendidos a todas las latitudes y a escala mundial, cuya primera consecuencia era la de acentuar las relaciones dependientes. Recordó la creciente importancia de la información, en esas circunstancias, y la emergencia de una "sociedad informacional" cuya originalidad estribaba en que confería un nuevo significado a todos los objetos geográficos y a las distribuciones espaciales.





Para ilustrar el desempeño de estos fenómenos, seguidamente presentó una expresiva descripción de algunos procesos característicos de la situación de las grandes metrópolis, ejemplificados con el caso de Sâo Paulo, la ciudad que, después de Bahía, tal vez gozó en mayor medida del aprecio de nuestro invitado.
Destacó la distribución por el espacio urbano de las clases sociales y de los niveles de renta de su población; señaló algunas consecuencias derivadas del tamaño de las ciudades metropolitanas sobre sus moradores más pobres, sobre la accesibilidad, sobre su desigual participación de los servicios urbanos. Hizo observar las relaciones existentes entre tamaño y especulación, el rápido aumento del valor del suelo en las desfavorecidas periferias de las ciudades cuando las inversiones de capital mejoran sus infraestructuras, y la aparición simultánea de un proceso de expulsión de sus moradores insolventes hacia otros lugares más lejanos, degradados y desnudos.




Finalmente, en la última de sus presentaciones habló de la inconsecuencia de las propuestas de planificación importadas desde el "Norte" por los países subdesarrollados, y de la conveniencia de recurrir a otros modelos, autóctonos, para relegar la inútil "modernidad por imposición" de los primeros. Destacó, con el vibrante y sugestivo tono de su discurso, el papel del geógrafo en la planificación y cuál debe ser su objetivo prioritario, invitando a nuestra comunidad científica a mostrar ante el resto de las disciplinas las modalidades de productividad espacial aplicable a cada país. Hubo oportunidad de discutir sobre otros temas, sobre los cambios que se sucedían en el territorio y sobre la necesidad de olvidar los "pre-juicios", que, como él decía, son los padres de una inercia social a la que hay que hacer frente con la acción. En ese terreno intelectual y emocional se movía Milton Santos en esos momentos.





Poco después, en el otoño de 1990, regresó de nuevo a La Mancha para participar en dos ciclos. Primero, en la reunión del grupo de trabajo de "Estudios Regionales" del CEISAL, que organizó el Departamento de Geografía de la Universidad regional en la histórica ciudad de Almagro, y después en Albacete, en un ciclo de conferencias, que impartiría acompañado del regionalista chileno Sergio Boisier. Sus obras de esa etapa daban testimonio de su espléndida madurez intelectual: Espacio y método (1985), O espaço do cidadâo (1987), Metamorfoses do espaço habitado (1988), Metrópole corporativa fragmentada. O caso de Sâo Paulo (1990).
Reflexión y convivencia en Almagro.





En la reunión de Almagro, a lo largo de unos días de reflexión y convivencia quedó de manifiesto que el pensamiento de Milton Santos se había enriquecido aún más y, en los debates del grupo de trabajo, sus opiniones, que surgían con una clamorosa delicadeza no exenta, en ocasiones, de fina ironía, describían trazos fulgurantes y esclarecedores. Puso de nuevo en cuestión las consecuencias de las interrelaciones entre la revolución tecnológica y el territorio, y el modelo de las nuevas realidades espaciales específicas de nuestro tiempo. Su marco teórico era perfecto. En la fase actual de la historia (el período científico-técnico) el espacio geográfico, al que atribuía un papel privilegiado e identificaba como "medio científico-técnico informacional", acentuó su condición de lugar de encuentro entre el pasado y el futuro.






Los nuevos signos, que definían este tiempo y, a la vez, configuraban nuestro espacio, eran la percepción de la simultaneidad de los acontecimientos a escala global, la unicidad y universalidad de la técnica, la mundialización de las plusvalías gracias a la difusión planetaria de las empresas y los bancos internacionales, la ascensión de las metrópolis a realidades omnipresentes y, finalmente, el encumbramiento de la información como motor de cambios en la sociedad y en el territorio.



Mostraba que todos esos signos pertenecen a un mismo sistema de relaciones. La expansión del sistema bancario acompañó al incremento del trabajo asalariado y a la creciente exigencia de capital fijo, fenómenos que están presentes en un número cada vez mayor de territorios en los que el espacio acumula ciencia y técnica incesantemente. Como el proceso productivo tendía a concentrarse en lugares cada vez más limitados, el nuevo espacio mundial necesariamente debía configurarse como un mercado único. El papel de las grandes empresas en esta reorganización, que al mismo tiempo constituía una desorganización del orden espacial precedente, había originado una segmentación "vertical" del territorio.




Los planteamientos teóricos no apartaban a Milton Santos de las realidades cotidianas y del compromiso social. La mirada del intelectual a la situación del entorno regional fue una de las constantes de su obra. Para él, Latinoamérica tenía suficientes pruebas de la aceptación de modelos externos de modernización; consecuencia de este comportamiento debían ser consideradas las distorsiones y contradicciones sociales, territoriales, económicas y políticas que sufría. Esta visión siempre le acompañó. La población de los países latinoamericanos se enfrentaba al reto de elevar la importancia de ciertos valores autóctonos, donde lo social dejase de ser residual, convirtiéndose en un elemento capaz de subordinar a la tecnología. La geografía no podía contentarse siendo sólo crítica, escribió; para ser útil y utilizada, la crítica tenía que ser analítica y no sólo discursiva; la crítica, añadía, "puede ser hasta destructiva, mientras tenga algo que proponer, explícita o implícitamente, sin lo cual no contribuiría al avance del conocimiento".




Todavía visitó en dos ocasiones más Milton Santos la Universidad castellano-manchega en la última década del siglo XX. En sus inicios se estaban preparando los documentos que en 1992 serían debatidos en Río de Janeiro, en la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Su ideario tuvo una reflexión adecuada en la primera de estas últimas estancias de Milton Santos en Castilla-La Mancha, a fin de participar en la edición de 1994 del curso sobre Medio Ambiente Urbano que convoca cada verano la universidad regional. Sus proposiciones sobre los componentes sociales del medio ambiente serían desarrolladas un año después en el artículo "A questâo do meio ambiente: desafios para a construçâo de uma perspectiva interdisciplinar", incluido en el volumen de Anales de Geografía de la Universidad Complutense homenaje al profesor Joaquín Bosque Maurel. La segunda, al final del invierno conquense, en marzo de 1997, para participar en el IV Congreso del Grupo de América Latina de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGEAL), ya con signos de la enfermedad que pondría término a sus días.



En su postrera visita Milton Santos desarrolló una definición del territorio como agregado de espacios banales, cuestión que había integrado en su discurso de aceptación del doctorado Honoris Causa por la Universidad de Barcelona, algunos meses antes. Las formulaciones expuestas aquí aparecerían después en sus escritos posteriores, formando el núcleo conceptual del documento "O papel ativo de la geografía; um manifesto", su último legado, presentado ante la comunidad de geógrafos en Florianópolis, Brasil, poco después, durante su XI Encontro Nacional, ya en julio del 2000.


Aproximación a la comprensión del territorio


En Castilla-La Mancha, de nuevo, Milton Santos ofreció una aproximación a la comprensión del territorio, analizando los procesos de cambio que este objeto geográfico ha sufrido a lo largo de la historia de la Humanidad. El transcurso de una organización que en sus inicios era el resultado de la actuación de comunidades aisladas caracterizadas por un alto grado de solidaridad orgánica, hasta la aparición de los Estados-Nación en los últimos siglos con sus nuevas formas convenidas; y por último, el momento actual en el que se ha impuesto la internacionalización absoluta y la globalización. Un tiempo éste, el nuestro, en el que los actores hegemónicos son las empresas transnacionales y las instituciones supranacionales, que imponen una nueva regionalización regida por la violencia del dinero y de la información.



Para desentrañar el significado del concepto de territorio como objeto de la geografía proponía desposeerlo de su sentido material y considerarlo como "cosa usada", retomar la idea de Perroux de "espacio banal", entenderlo como espacio de todas las instituciones, todas las empresas, todas las personas, y distanciarse de la visión de los espacios particulares, o de las empresas, instituciones y personas concretas.


En su redefinición del objeto de la disciplina sugería la reflexión sobre pares dialécticos; sobre "territorio y mundo", importante por la existencia de actividades de extrema modernidad; sobre "lugar y mundo", que incluye la influencia de lo cotidiano sobre las escalas superiores; y sobre "lugar y territorio", y "territorio y formación social". Esta aproximación metodológica nos permitiría comprender nuestra compleja realidad; de un lado, la estructura de los procesos de división del trabajo a escala mundial, que se deriva de la rígida verticalidad económica y decisional y es responsable de la esfera del "trabajo global", frente a las expresiones más plásticas que se producen en las relaciones horizontales en el territorio animadas por un "trabajo local"; y del otro, el significado de la existencia de un territorio de lo cotidiano asociado al periodo científico-técnico-informacional, en el que actualmente se encuentra inmersa la sociedad mundial.




Sus dos últimos libros revelan el contenido de las preocupaciones intelectuales de su autor al filo del cambio de siglo; el penúltimo, "Por uma otra globalizaçâo. Do pensamento unico à consciência universal" (2000), y el último, "O Brasil. Territorio e sociedade no inicio do século XXI" (2001). Ambos, publicados por la editorial brasileña Record, tratan de presentar "un retrato de las nuevas cantidades y sobre todo de las cualidades del territorio que... ya usado por la sociedad gana usos actuales, que se superponen y permiten leer las discontinuidades en la fisonomía de las regiones. Ciertas regiones son, en un determinado momento histórico, más utilizadas y, en otros, lo son menos. Por eso cada región no acoge igualmente las modernizaciones ni sus actores dinámicos, cristalizando usos antiguos y aguardando nuevas racionalidades".

martes, 8 de mayo de 2007

BENOIT MANDELBROT













ENTREVISTA REALIZADA POR BBC MUNDO.COM en enero del 2005
Nació el 20 de noviembre de 1924 en Varsovia, Polonia
Sus padres, de origen judío, previeron lo que sobrevendría en Europa y se mudaron a París en 1936
Mandelbrot estudió ingeniería en Francia y en EE.UU., y se doctoró en ciencias matemáticas en París, en 1952
En 1957 se convirtió en investigador de IBM, en cuyas computadoras exploró sus nuevas ideas que desafiaron la geometría tradicional

Él mismo acuñó el término "fractal"
Sus obras fundamentales son "Los objetos fractales" y "La geometría fractal de la naturaleza"
Actualmente trabaja de investigador en la Universidad de Yale, EE.UU.
Se llama Benoit Mandelbrot y es considerado una leyenda viva en su disciplina.
La razón es que este matemático de origen polaco desarrolló una nueva geometría y se dice que con ella cambió para siempre nuestra forma de ver la naturaleza.
La palabra clave es "fractal". Y esto necesita una explicación.
La geometría tradicional describía rectángulos, círculos, rectas... Todas formas puras y perfectas que no existen en la naturaleza, salvo excepciones, o son fabricadas por el hombre.
Mandelbrot desarrolló una teoría que describe mejor los contornos irregulares y aparentemente caóticos del mundo que nos rodea: sus fórmulas permiten estudiar la configuración de árboles y nubes, cordilleras y costas, células y órganos, compuestos químicos y galaxias.

En la geometría moderna se dice que hay un antes y un después de Mandelbrot (un apellido "natural", porque en alemán significa "pan de almendra").
Gracias a él, la naturaleza se ve con otros ojos. En lo que previamente sólo se percibía confusión, desorden y complejidad, ahora se observan determinadas reglas de construcción.
Mandelbrot encontró patrones, y esos patrones tienen un carácter "fractal": a grandes rasgos, las formas están hechas de pequeñas copias de sí mismas y sus partes son similares al todo: son parecidas pero a una escala menor.








"Si usted observa un árbol de lejos, ve eso, un árbol. Si se aproxima, ve una rama. Pero la rama es muy parecida a un pequeño árbol", explica el matemático.
Éste es un ejemplo simple, advierte, pero los hay más complejos. Es que en la naturaleza hay gradaciones: las formas son más o menos fractales.
Mandelbrot dialogó con BBC Mundo durante una de sus tantas visitas a Europa para brindar una serie de conferencias.

Naturaleza fractal: rayos, ríos, árboles, cadenas montañosas...
¿Cómo le explicaría usted la geometría fractal al más común de los mortales?

La geometría fractal es la geometría de los contornos irregulares de la naturaleza. Piense en el hombre primitivo: él estaba rodeado de muy pocas formas simples, como la luna llena o la pupila del ojo. En su experiencia había casi exclusivamente contornos accidentados.
Sin embargo, la ciencia comenzó a estudiar las formas simples y desarrolló una geometría muy poderosa. En el mundo siguen predominando los contornos irregulares, sí, pero también hay muchas formas puras, uniformes; la mayoría de éstas son el resultado de la manufactura.

Las fórmulas de Mandelbrot resultan en dibujos como éste, similares a las formas naturales. ¿No se parece a Europa?De alguna manera la historia de la ciencia ha descuidado los contornos irregulares de la naturaleza. Lo que yo he hecho es someter a esas formas a un tipo de análisis que es la contrapartida de la geometría tradicional: los fractales.

Los fractales son una forma de describir de una manera simple los contornos irregulares, de modo que estos pueden ser incorporados a la ciencia.
La característica más importante de los fractales es que son similares si se los ve de cerca y a la distancia. Si usted observa un árbol de lejos, ve eso, un árbol. Si se aproxima, ve una rama. Pero la rama es muy parecida a un pequeño árbol. Si se acerca aún más observará una rama todavía más pequeña que se verá como un árbol mucho menor.
En otras palabras, en la naturaleza hay numerosas formas con la propiedad de que cada parte es similar al todo.
En la naturaleza hay numerosas formas con la propiedad de que cada parte es similar al todo Esta propiedad es muy simple y no parecía que tendría grandes consecuencias, porque no parecía interesante ni importante en su momento.
Pero durante mi vida como científico, más de 50 años, he demostrado que las formas irregulares representadas por los fractales son muy comunes y pueden ser sometidas al mismo análisis con el que la geometría tradicional ha sometido a los contornos más simples.

¿Cómo llegó a esta nueva geometría?
Tuve que dar muchas vueltas para llegar a ella, pero la parte más importante de mi trabajo comenzó alrededor de 1960, cuando encontré la forma de analizar dos importantes fenómenos irregulares en las ciencias física y social.
En cuanto a lo social, llegué a una representación matemática de la variación de las crisis en los mercados del algodón, del trigo e incluso en el bursátil. Sabemos que los precios varían de manera muy irregular. Las tablas que aparecen en los diarios son un buen ejemplo de una curva muy accidentada. ¿Pero cómo analizar esto?
La variación de los valores tiene patrones que pueden ser estudiados por la geometría fractal.Existía una leyenda en Wall Street de que la variación de los valores era tan irregular tanto en menor como en mayor escala, por ejemplo, en los cambios en el precio del algodón en un siglo, en diez años, en un mes.

Esto era una especie de folklore, pero a mí me parecía que debía haber algo más. Por eso creé un modelo matemático por medio del cual eso se podía demostrar, de modo que se podían hacer simulaciones y ver las consecuencias.
Las consecuencias fueron muy interesantes e importantes. Porque si uno piensa en cómo se comportan los precios, todos saben que varían de modo discontinuo. Y esa discontinuidad se da de un día para otro, porque si los precios caen un día, al día siguiente tenderán a recuperarse. Mirando las tablas de precios de lejos uno observa que los eventos importantes tienden a agruparse.
De modo que mi modelo de precios resultó muy realista.

¿Y en cuanto a la ciencia física?
Poco después me interesé en la turbulencia, lo que por supuesto es la misma cosa que las tormentas, los tornados.
La turbulencia varía mucho en intensidad, así como los mercados lo hacen de un día para otro.
Elaboré un modelo de turbulencia que también terminó siendo muy efectivo para describir cómo el clima puede estar bien en determinado momento y cada tanto registrar un fenómeno de vientos y ocasionalmente tornados extremadamente fuertes, algunas veces destructivos.
¿Cómo se utiliza actualmente esta geometría de la irregularidad?

Las antenas de los teléfonos celulares se fabrican según los nuevos principios geométricos: son más eficientes.Bien, se puede hacer una larga lista. Tomemos como ejemplo la electrónica, una antena. Las antenas se concibieron primero como varillas, varillas con otras que las cruzaban, que iban hacia arriba y hacia abajo. Pero no eran muy efectivas. Hasta que a alguien se le ocurrió la idea de hacerlas de forma fractal. Y estas antenas son mucho mejores en términos de omnidireccionalidad: si se las rota, no cambian demasiado sus propiedades.
Otro ejemplo son las botellas de bebidas gaseosas, que tenían una probabilidad a quebrarse -aunque mínima- porque el plástico en la botella no soportaba la alta presión desde adentro. Alguien entonces inventó un aditivo para el plástico, un aditivo fractal, que lo volvió más resistente. Ahora las posibilidades de que los envases exploten son mucho menores.

APLICACIONES
La geometría fractal ha tenido innumerables aplicaciones:
Estudio de los suelos para la prospección petrolera
Diseño de circuitos electrónicos
Estudio del cuerpo humano y de microorganismos, elaboración de fármacos
Análisis de tablas de variaciones de precios
Arquitectura e ingeniería
Pintura y música
Las paredes para atenuar el ruido en las autopistas son otra de las aplicaciones. A la gente que vive cerca de esta vías no les gusta el ruido de los automóviles y por eso se colocan esas paredes. Pero suelen ser muy ineficaces porque lo que hacen es rebotar el sonido. Pero surgió la idea de hacer esos paneles de forma fractal, es decir, irregulares. Y el resultado es que en lugar de rebotar el sonido lo absorben. Este invento ya ha sido aplicado en diferentes sitios.

La razón por la cual los fractales han tenido consecuencias en tantas y tan diversas áreas es que no sólo se refieren a aspectos específicos de la naturaleza sino a algo muy básico: una irregularidad organizada.


De modo que los objetos y las técnicas basadas en la naturaleza son más efectivas...
Exacto. Hasta ahora los ingenieros han imitado formas que en realidad no se conocían en la naturaleza. Las mesas son planas, pero no hay superficies planas en la naturaleza, sino formas imperfectas. Uno puede decir que las paredes se hacen planas porque son más fáciles de construir y de limpiar, y en esto la geometría tradicional ha sido exitosa. Pero en otros casos no.

La Sagrada Familia, de Antoni Gaudi, es un ejemplo de arquitectura "natural".Si se piensa en la arquitectura actual, los edificios son muy geométricos. Y a la gente no suelen gustarles, le desagradan esas torres feas.
Pero antes los arquitectos añadían todo tipo de decoración a los edificios para que se vieran más bellos, ventanas con marcos especiales, columnas, porque las construcciones en sí eran muy planas. Las columnas y los marcos de las ventanas quizás no tenían una importante función, excepto añadir irregularidad y variedad al edificio. Así, había grandes edificios tan irregulares en sus detalles que uno podía pensar que eran naturales. Hoy en día esto se puede ver, por ejemplo, en la Ópera de París.

La obra del arquitecto catalán Antoni Gaudi también podría considerarse un ejemplo de lo que usted dice, ¿no?
Claro. He ido a Barcelona a ver las obras de Gaudí y debo decir que él entendía este punto muy bien. Él llamaba orgánica a esta arquitectura; él trataba de imitar muchas de las formas de la naturaleza, como los árboles, que tienen naturaleza fractal.
Orgánico y fractal son términos muy cercanos.

¿Tiene la geometría fractal implicaciones filosóficas?
En otras palabras: ¿es una manera de terminar esa oposición entre hombre y naturaleza, y aceptar la idea de que ambos están "en el mismo equipo", por decirlo así?
Diría que sí, aunque me resisto un poco a hablar en esos términos porque soy un científico y perfiero referirme a mi ámbito específico.

Las obras del artista estadounidense Jackson Pollock (1912-1956) se ven caóticas pero poseen un orden natural (fractal).Pero tiene razón. El hombre primitivo encontró determinado orden -muy simple- en el desorden que rodeaba su vida, y ese orden le resultó tan extraordinario que la geometría y la ciencia se basaron en él y se desarrollaron con un éxito increíble.
Pero crecieron basadas en una pequeña parte de la experiencia humana, mientras que los fractales permiten incorporar a la geometría aspectos más amplios de la experiencia.

¿Podría afirmarse entonces que la geometría fractal nos da un acercamiento más ecológico a la naturaleza?
Me sorprende que lo pregunte y me sorprendo a mí mismo respondiendo que sí.
¿Y a los 80 años la naturaleza lo sigue sorprendiendo?
Sí, pero no debería porque de algún modo ser un científico es creer que la naturaleza no es tan complicada como parece. Los investigadores siempre han buscado rincones del universo que son más simples que otros, sobre los cuales se puede elaborar una teoría.
A mí siempre me fascinó la idea de buscar la simplicidad en el desorden Si se recapitula la historia de la ciencia, la búsqueda de las cosas más simples de estudiar (por ejemplo, el desplazamiento de los planetas) no es algo importante para la vida cotidiana, pero ha fascinado a la humanidad durante mucho tiempo, en parte por la religión, en parte por el hecho de que se ve muy sencillo, se trata de ciclos reiterativos.
Pero a mí siempre me fascinó la idea de buscar la simplicidad en el desorden.
Con la geometría fractal la naturaleza se volvió más ordenada, organizada... más atractiva.
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